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Neo Fascismo y Extractivismo

Neo-Fascismo y Extractivismo.


El año 2018 será recordado como el año en que la derecha comenzó su avance fascista, porque le es necesaria la violencia para retroceder los escasos avances que la historia ha permitido a la clase trabajadora. Restricción a la migración, militarización del wallmapu, asesinatos de dirigentes sociales, retroceso en legislación laboral, ambiental, social y cultural; despidos masivos en el sector público, privatización territorial, sólo para hacer referencia a algunas de las acciones que este gobierno ha ejecutado. El brote fascista que constatamos en Chile no puede ser analizado sin considerar similar brote en el resto de nuestra América Latina y el mundo, países como Italia, Francia, Brasil, Argentina, Estados Unidos de América, entre otros, han elegido presidentes de evidente condición neofascista, pero este fascismo, a diferencia del acuñado en Italia a inicios del siglo 20, es neoliberal; parece entonces ser una herramienta utilizada por los poderes corporativistas para concentrar la fuerza mediante figuras “democráticas” ¿Cuál es la estrategia entonces? Sumar votantes de inclinación nacionalista-chovinista, mediante la naturalización del rechazo al marco democrático y el anticomunismo; la exaltación del chovinismo nacional o regional, el uso de la prensa como herramienta de penetración de postulados populistas.

Nuestra región Aysén, inserta en el proceso de globalización, no ha estado ni estará ajena al fenómeno global que acontece. La derecha regional, representante y defensora de los intereses de la escasa burguesía local, como también de la nacional y transnacional, utiliza las mismas formas fascistas, pero esta vez para defender la explotación capitalista-neoliberal como forma de construcción social. Rechazo a lo extraregional, construcción de lealtades locales incluso a patronales regionales por sobre las lealtades de clase nacional, figuración de la violencia policial como método de conservación del orden público, miedo como método de control social –miedo a la delincuencia para desbordar el miedo a la cesantía o al acotado crecimiento económico-. El control del intelectual colectivo, es entonces, el objetivo de este impulso coordinado y sistémico.

Nuestro territorio, nuestra región de Aysén, se encuentra cursando hoy un proceso socio productivo que en el resto de Chile, probablemente, aconteció varias décadas atrás; el proceso mediante el cual los dueños del capital se apropian de la fuerza de trabajo de las/los/les trabajadoras libres, de campesinxs, pescadorxs artesanales y pequeños ganaderxs. De esta manera, y con la complicidad del estado, buscan consolidar mega proyectos extractivistas1 como la salmonicultura o la minería. Requieren en definitiva, personas que hagan funcionar sus fábricas, que alimenten sus salmones, que perforen la tierra, que trabajen de sol a sol para enriquecer los bolsillos de los dueños y dueñas de esas empresas2.
Se hace necesario entonces, para los administradores de este sistema, que los actuales trabajadores libres dejen su forma de producción de bienes para convertirse en empleados asalariados de mineras y salmoneras. Para este propósito el neofascismo que pretende instalarse es una útil herramienta. “Si la fábrica está en la región es bueno, traerá progreso…” es la frase que escuchamos y que se fortalecerá con los meses, pretendiendo que asumamos que por el sólo hecho de estar instalada en nuestro territorio una compañía altamente insustentable debe ser aceptada. He aquí la fuente de la Súper Explotación.

Hermanos, hermanas y hermanes del planeta son hoy Súper Explotados. Compañeres de todas las latitudes sufren hoy esta forma de esclavitud moderna. Presenciamos hoy, como al robo de la riqueza producida3 por los trabajadores, intelectuales, empleados, administrativos; se suma el robo desalmado de las AFP, y el sistema bancario que controla servicios sociales como la educación o la salud. Sin embargo, otra forma de delincuencia neoliberal amenaza a nuestro territorio, otra forma de explotación: La apropiación de bienes/recursos/riquezas naturales, que por definición humana son de propiedad pública. Es así entonces, que la intención de la burguesía local, nacional e internacional es potenciar las formas productivas extractivistas para apropiarse del mineral, de las aguas, del borde costero que a los y las trabajadoras les pertenece, concentrando la riqueza en unos y la pobreza en otros.

¿Es posible sostener que el extractivismo es antagónico a la democracia? Por supuesto que sí, tanto como la democracia es antagónica al neoliberalismo. Es otra forma de la superexplotación, otra forma de utilizar al ser humano y los ecosistemas para el obsceno enriquecimiento de unos y el hambre de todos

1.    1. Apropiación de recursos naturales en un gran volumen o bajo alta intensidad, donde la mitad o más es exportado como materias primas (Gudynas)
2      2. El argumento permanente de las organizaciones patronales, y otros entes defensores del sistema capitalista neoliberal, es que el supuesto “retraso” de la economía y el desarrollo regional se debe a la carencia de Capital Humano. Con esta aseveración no buscan más que potenciar la creación de una relación social en la que el trabajador vende su fuerza de trabajo a empresarios capitalistas.
3.    3. Se hace referencia a la plusvalía del salario, proceso mediante el cual la riqueza generada por la comercialización de un bien o servicio producido por una persona no regresa a ella más que en una pequeña fracción. Guardándose el dueño de los medios de producción (máquinas, infraestructura, materia prima) la fracción mayor de la riqueza neta.

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